Esta frase de la sabiduría popular cobra mucha vigencia en el escenario actual del país, donde el Ejecutivo y el Congreso de la República colisionan a diario a pesar que ambas instituciones se encuentran con muy baja aceptación popular, poniendo en riesgo la continuidad democrática de la nación. Después que no hayan lamentaciones.
El pueblo eligió a las autoridades de turno para que gobiernen en pro del bien común y lo que vemos es todo lo contrario, estamos andando sin rumbo, yendo a donde el viento nos lleve, con mociones de vacancia presidencial mañana, tarde y noche e indirectas de cierre o disolución del Congreso, esto debe parar y el gobierno central con el Presidente Castillo a la cabeza debe priorizar su agenda con tres o cuatro puntos de acción (Salud, Desarrollo Económico, Educación e Infraestructura. El Congreso que ya tiene una baja aceptación debe dejar de perder el tiempo y aprobar los proyectos que le ha remitido el ejecutivo para generar el desarrollo que el país requiere con urgencia. No estamos para seguir perdiendo el tiempo, deben trabajar en conjunto, de la mano por el desarrollo nacional.


